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jueves, 4 de noviembre de 2010

2.- SEGUNDA PARTE: Tecnologías aplicadas a la educación del deficiente autidivo
2.1. Ayudas tecnológicas


La diversidad comunicativa entre las personas con discapacidad auditiva hace necesario prever distintos tipos de recursos técnicos de apoyo para la superación de las barreras de comunicación, en su sentido más amplio. A continuación, presentamos una síntesis de los recursos técnicos existentes para su aplicación en el ámbito educativo a lo largo de todas las etapas escolares.


Las prótesis auditivas (audífonos o implante cocleares) son la ayuda técnica más importante para el alumnado con discapacidad auditiva. En muchos casos, hacen funcional la capacidad de oír, corrigiendo y rehabilitando la audición, y son por ello instrumento indispensable para el acceso al lenguaje. En ambos tipos de prótesis, la tecnología permite hoy el tratamiento digital de la señal acústica, lo que mejora la percepción del sonido e incide positivamente sobre la calidad de percepción de la voz y del lenguaje y sobre la inteligibilidad del habla, favoreciendo el acceso a la lengua oral del entorno desde las primeras edades.
Entre las ayudas técnicas que acercan y mejoran la señal a los usuarios de prótesis auditivas destacan, por uso más extendido y frecuente en la escuela, los sistemas de inducción magnética y los sistemas de frecuencia modulada. Estos sistemas mitigan el ruido ambiente y salvan las dificultades que impone la distancia con el interlocutor o el soporte emisor, evitando interferencias y solventando situaciones auditivas desfavorables. Se trata de equipos de pequeño tamaño que constan de un transmisor que usa el interlocutor, en su caso, el profesor, y un receptor del que dispone el alumno en conexión con su prótesis.
Estas ayudas son elementos indispensable para la accesibilidad a la comunicación, a la interacción y a los contenidos de aprendizaje, pues facilitan la superación de las principales dificultades en la comprensión del lenguaje y la inteligibilidad del habla, debidas al ambiente ruidoso de las aulas y del entorno escolar, a la distancia respecto al profesor y los compañeros, y a la reverberación o eco del sonido que se refleja en la superficie y equipamiento del aula.
Los sistemas vibrotáctiles permiten recibir información auditiva a través de vibraciones percibidas por el sentido del tacto, que son interiorizadas mediante un entrenamiento adecuado para identificar sonidos y como apoyo en la discriminación del habla.
También la tecnología ha avanzado sobre el tratamiento de la señal acústica, que no sólo se amplifica, sino que mejora su calidad, adaptándose a la curva audiométrica de cada caso. El bucle magnético es, en este caso, un cable que rodea el espacio que se precisa adaptar para la accesibilidad del alumnado con discapacidad auditiva usuario de audífonos, ya sea el aula ordinaria, el aula de apoyo o cualquier otro espacio de atención a los alumnos o en el que vayan a tener lugar actividades y eventos educativos, de ocio, etc. Dentro del círculo formado por el bucle magnético, las señales procedentes de micrófonos, altavoces u otras fuentes de sonido, se transforman en magnéticas. El audífono recoge esa señal con mejor calidad y sin ruido ambiente siempre que se esté situado en el interior del espacio que bordea el bucle.
La informática y las nuevas tecnologías también se han incorporado a la habilitación y educación del alumnado sordo. Y lo han hecho en dos planos:
  • Para acceder a la información auditiva y a la visualización del sonido: Existen programas que ofrecen información visual de los parámetros de los sonidos como la intensidad y la frecuencia, y que, mediante juegos y ejercicios graduados en dificultad y adaptados a las distintas edades, permiten visualizar las características de los sonidos y de la producción hablada. Esto permite a la persona sorda identificar y conocer sus emisiones, corregir errores, entrenar e interiorizar el habla de forma motivadora y gratificante.
  • Para acceder al lenguaje: Hay también una amplia variedad de programas que permiten trabajar el léxico y los aspectos gramaticales del lenguaje. Se emplean en la intervención logopédica de forma complementaria para ejercitar la adquisición de determinadas habilidades lingüísticas, así como para iniciar y desarrollar el proceso lectoescritor.
Son materiales atractivos y motivadores, que permiten aprovechar el canal visual y que se combinan también con audio. Al mismo tiempo, la información puede presentarse en imagen con recursos de apoyo a la comunicación oral, como la palabra complementada y/o la comunicación bimodal, o bien con lengua de signos, en el caso de que se trate de alumnos sordos usuarios de esta lengua.

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